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Ya hace unos cuantos años que se realizan estudios científicos sobre los beneficios de la meditación para el estrés y los efectos que tiene sobre nuestro cerebro, emociones y niveles de ansiedad.
Y aún con toda esta investigación, siguen saliendo nuevos estudios cada semana. En realidad, los beneficios de la meditación para el estrés, la ansiedad y nuestra salud, que ya conocían los antiguos yoguis hace siglos, se están confirmando hoy en día científicamente.
Aunque haya personas que aún no creen en nada de esto, como si fuera algún tipo de pensamiento ilusorio y pseudocientífico, lo cierto es que se está comprobado científicamente que los beneficios de la meditación para el estrés son reales.
En la actualidad, los científicos enfocan la meditación como una solución general para el mal funcionamiento de nuestro estilo de vida.
Nos muestran constantemente pruebas asombrosas de cómo la meditación no solo reduce las hormonas del estrés, sino que además reorganiza las conexiones neuronales del cerebro para disminuir el estrés y generar equilibrio y paz interior.
Si quieres descubrir cómo puede ayudarte la meditación para el estrés y la ansiedad, o simplemente quieres vivir más relajado, echa un vistazo a estos 3 increíbles beneficios que tiene la meditación para tu vida:
Uno de los beneficios neurológicos de la meditación es la regulación de la corteza prefrontal ventromedial, la corteza prefrontal dorsomedial, la amígdala y la ínsula, que son partes del cerebro que regulan nuestras emociones, reacciones al estrés, ansiedad, miedo y sensaciones corporales de dolor, hambre y sed.
A medida que estos centros cerebrales se regulan, experimentamos menos miedo y ansiedad en nuestra vida diaria, lo que provoca una reducción muy significativa del estrés que sentimos.
¿A cuántas personas se les escurre el día entre los dedos por distraerse con facilidad y no enfocarse bien en sus tareas? Otro de los beneficios de la meditación para el estrés es que nos ayuda a controlar el Modo Red Neuronal por Defecto (Default Mode Network – DMN), que es el responsable de provocar que la mente divague y se ponga a pensar en fragmentos de información no dirigidos que nos hacen perder el tiempo.
Los beneficios meditativos de una actividad reducida del Modo Red Neuronal por Defecto hacen que nos sea mucho más fácil tener la mente enfocada y por lo tanto estemos más calmados, seamos menos reactivos y más conscientes del momento presente.
Los estudios neurofisiológicos también han mostrado que meditar con frecuencia regula la función de la corteza prefrontal, la zona del cerebro responsable del pensamiento racional.
Los efectos que la meditación tiene sobre esta parte del cerebro hacen que nos sintamos más equilibrados y en control de nuestros pensamientos.
Esto nos permite dejar ir los pensamientos negativos persistentes y nos ayuda a enfocarnos en los pensamientos positivos que queremos experimentar en nuestra vida diaria.
Una de las mejores cosas de practicar meditación para el estrés es que no hace falta ser monje ni vivir metido en una cueva para hacerlo.
De hecho, puedes comenzar a sentir y experimentar estos beneficios después de sólo tres días de práctica. Y cuando sigues meditando con regularidad, los beneficios se vuelven más profundos y continúan aumentando hasta volverse permanentes en tu experiencia.
Si aún no estás convencido de lo buena que puede ser la meditación para el estrés y para todos los aspectos de tu vida, solo tengo un consejo que darte… pruébala por ti mismo y disfruta de los resultados 🙂
